Dr. Henry
Jekyll: Es un respetado médico y amigo de Lanyon, un compañero médico, y
Utterson, un abogado. Jekyll es un hombre supuestamente triunfante, bien
instituido en la comunidad y conocido por su decencia y obras caritativas. No
obstante, desde su juventud, se ha implicado en secreto en conductas disolutas
y corruptas no definidas. Jekyll reflexiona que este lado oscuro es una carga y
comienza experimentos destinados a separar sus seres buenos y malos. A través
de estos ensayos, él crea al Sr. Hyde, hallando una manera de transformarse de
tal forma que se convierta en su mitad más tenebrosa.
Sr. Edward Hyde: un
hombre extraño e inmundo que parece levemente pre-humano. Hyde es violento y
cruel, y todos los que lo ven lo describen como feo y deformado, pero nadie
puede decir debidamente por qué. El lenguaje en sí parece fracasar alrededor de
Hyde: no es una criatura que corresponde al mundo racional, el mundo de la
articulación reflexiva o la gramática lógica. Hyde es el lado oscuro de Jekyll,
liberado de los lazos de conciencia y desatado en el mundo por una misteriosa
pócima.
Antecedentes de la trama
Londres de finales del siglo XIX. Mr. Utterson un respetado abogado londinense a
escuchado una historia de manos de su amigo, el doctor Enfield, que le hace
despertar curiosidad, por esto Utterson empieza una investigación para llegar a
descubrir la verídica identidad de Mr. Hyde, un hombre que se muestra muy unido
a un viejo amigo recurrente como el doctor Jekyll.
Las indagaciones llevan a Utterson, antes que
nada, a un testamento escrito por Jekyll, en el que hace dueño, en la eventualidad
de su muerte o desaparición, de todos sus bienes a Hyde. Más tarde el abogado
mantendrá una conversación con Jekyll, el que le pedirá que se olvide del
asunto.
Después se produce un asesinato en la localidad,
una testigo afirma que el asesino fué Mr. Hyde, tras un riguroso tiempo de
búsqueda, éste no hace aparición, y se produce la extraña patología y posterior
muerte de Lanyon, un viejo amigo de Utterson.
Utterson se pone a
leerlas que tenía, en ellas se enseña el extraño caso: el doctor tenía una clara
obsesión: dividir ambas naturalezas de la persona (la del bien y la del mal).
Esto lo consigue a través de una poción que Jekyll inventa. Cuando se la bebe
se transforma en un ser malvado, Mr. Hyde. Cada vez más, Hyde salió apropiando
de su cuerpo hasta llegar el punto en el que los dos individuos se odiaban. Las
proporciones con las que fabricaba la poción se fueron acabando y no encontraba
la sustancia precisa para la poción, hasta que ésta se acabó, los dos luchaban
el uno contra el otro, pero el desenlace del producto llegó y tanto el Dr.
Jekyll como Mr. Hyde encuentran la desaparición.
Freud en su trabajo “Teoría General del Dinamismo Psíquico” hace una formulación topográfica del psiquismo e incluye en él tres sistemas: uno consciente; otro preconciente (cuyos contenidos pueden pasar al consciente); y otro inconsciente (cuyos contenidos no tienen acceso a la conciencia). La represión es el mecanismo que hace que los contenidos del inconsciente permanezcan ocultos. Más tarde presenta una nueva formulación del aparato psíquico que complementa a la anterior. En esta formulación estructural el aparato psíquico está formado por tres instancias: el Ello (instancia inconsciente que contiene todas las pulsiones, deseos y se rige por el denominado principio de placer); el Yo (que tiene contenidos en su mayoría conscientes, pero puede contener también aspectos inconscientes, se rige por el principio de realidad y actúa como intermediario entre el Ello y la otra instancia del aparato psíquico; y el Superyó (que representa las normas morales e ideales).
El Yo: Instancia psíquica actuante y que aparece
como mediadora entre las otras dos. Intenta conciliar las exigencias normativas
y punitivas del Superyó, como asimismo las demandas de la realidad con los
intereses del Ello por satisfacer deseos inconscientes. Es la instancia
encargada de desarrollar mecanismos que permitan obtener el mayor placer
posible, pero dentro de los marcos que la realidad permita. Es además la
entidad psíquica encargada de la defensa, siendo gran parte de su contenido
inconsciente. El Yo comienza a controlar al Ello después de los primeros días
de la vida y es en su momento inconsciente, es el momento de los reflejos
condicionados, ya tienen experiencias que le hacen decidir, tomar el chupete y
meterlo en la boca, aspirar para mamar, sonreír, agarrase al dedo, con el
sentido del tacto comienza a disfrutar de los besos y las caricias de su madre,
sigue en el vientre materno pero con otras sensaciones más placenteras, ya está
desarrollado el sentido del gusto, el tacto el olfato y comienza el sentido del
oído, y más tarde la visión, esto todo es reflejos condicionados y el Yo
inconsciente.
El Superyó: Instancia moral, enjuiciadora de la
actividad yoica. El Superyó es para Freud una instancia que surge como
resultado de la resolución del complejo de Edipo y constituye la
internalización de las normas, reglas y prohibiciones paternales. Hoy en día
para las personas de nuestra era, el Superyó, comienza a temprana edad, los
niños son escolarizados, desde los 3 años, y ya se le aplican leyes, de
educación y comportamiento, por el momento están penadas por castigos muy
simples, pero el yo, comienza a controlar toda esta actividad, y estará siempre
entre el ello y el Superyó, poniendo concordia y paz.
En este sentido Freud
plantea que nuestra psique está conformada por el Superyó, el Yo y el Ello. Para Freud el Ello son todos los impulsos internos que tenemos, los
deseos que están en nuestro inconsciente.
¿Qué es el inconsciente? Son todas las ideas, pensamientos, sentimientos
que tenemos reprimidos o no llegamos
a ser conscientes de ellos, es decir el Ello serían todos los deseos que nosotros tenemos, de
ellos también los reprimidos y que están en el inconsciente. El Superyó en cambio es nuestra parte moral,
Freud plantea que el Superyó viene a ser la representación del padre… ¿a qué se
refiere con representación del padre?, es el que pone las reglas, el que nos
dice cómo tenemos que comportarnos.
En un lado de nuestra psique estaría el Superyó (compuesto
de reglas, moral y todo lo que la cultura nos dice que tenemos que hacer, lo
que esta correcto) y al otro estaría el Ello (todos nuestros deseos: mundanos, buenos, malos, etc., todas esas
pulsiones, impulsos están en la psique) que nosotros tenemos, ahora bien; y en la mitad entre ellos, entre el Superyó y
el Ello se encuentra el Yo, que es el
encargado de controlar al Ello y al Superyó,
es decir, tiene que interactuar con el Superyó (con toda nuestra parte
moral, la parte correcta de nosotros) y también con el Ello, con nuestros
impulsos , nuestros deseos. Así el Yo se
disputa entre lo que tiene que hacer el Superyó, es decir entre lo que tenemos
que hacer y lo que nosotros queremos hacer que es el Ello.
A lo largo del libro podemos ver que Jekyll es una persona muy correcta, es decir tiene un Superyó muy firme pero lamentablemente ha dejado de lado su Ello, no lo ha oído ni puesto atención durante mucho tiempo, esto ha hecho que muchos de sus deseos se hayan acumulado en su Ello, es como meter la mugre debajo de la alfombra y olvidamos que en algún momento vamos a tener que recogerla, eso es lo que le pasa al doctor Jekyll, llega un punto en que su Ello quiere salir y decide hacer una poción para sacarlo, de esta forma Jekyll se convierte en Hyde que no es nada más que su mismo Ello, de esta manera todos esos impulsos, todas esas pulsiones, todos esos deseos que tiene Jekyll se ven reflejados en Hyde. Lo interesante de este personaje es que Hyde no tiene un Yo, no tiene un Yo que le regule, no tiene un Superyó que le diga esto no está bien, por lo tanto el Ello de Hyde es un Ello libre, también es destacable que Jekyll sigue siendo el Yo, cuando escribe su carta final para el notario dice que cuando era Hyde se sentía libre, fuerte, podía hacerlo todo y cuando era Jekyll seguía siendo esa persona que tenía que controlar sus impulsos, colmado de moralidad, es decir, Jekyll no era completamente un Superyó sino seguía siendo un Yo que tenía que seguir en la lucha constante de controlar al Ello y al Superyó . Es importante también esta parte porque Robert Louis Stevenson divide al Yo y al Ello, uno en Jekyll y Ello en Hyde pero nunca al Superyó este queda intacto, con esto quiere decir que Jekyll sigue teniendo esos dilemas internos y constantemente debate que tenemos nosotros entre nuestros impulsos y lo que vemos (creemos) correcto es decir nuestra moral. Aparentemente Stevenson solo quiso sacar el Ello, tal vez porque en nuestra sociedad se reprime mucho más, pareciera que quiere decir es que nosotros reprimimos tanto al Ello en nuestro día a día que va llegar un punto en el que todo eso que estamos reprimiendo va a explotar y lo único que va a salir es el Ello porque lo estamos haciendo tan grande al reprimirlo que luego no va a poder existir un Superyó o un Yo que lo controle sino que será el mismo Ello quien tomará las riendas. Como nosotros todo el tiempo le estamos haciendo caso al Superyó va a llegar un momento en el que el Superyó no va a poder ser tan fuerte como todo lo que está reprimido y que forma parte del Ello, y este acabará con el Superyó. Jekyll comenzó tomando dosis para volverse Hyde y después tenía que tomar dosis más altas para poder seguir siendo Jekyll porque había reprimido tanto su Ello, durante tantos años, que una vez que el Ello en él se hizo incontrolable y salió, no pudo volver a encerrarlo, y su Superyó que todo el tiempo había tenido el control del Yo ya no pudo controlarlo más, porque el Ello engrandecido presionaba tanto que nadie pudo controlarlo después.