lunes, 17 de septiembre de 2018

DELICIOSA GOLOSINA SON LOS VOTOS

“¿Quién de entre vosotros, sabiendo y dándose cuenta  de que el poder es malo,
estaría dispuesto a renunciar al poder?”

Friedrich Nietzsche

No hay manjar más exquisito para el político demócrata.
Es democracia, decía Vicente Risco, el “derecho de escoger por medio del voto a los que hayan de gobernar" (Risco 1930:168). Las más sencillas definiciones de la democracia tienen en el voto su humilde ombligo. Y también las más alambicadas. La democracia dijo un ideólogo francés; “es un terminus technicus de la ciencia política... que se define, incompleta pero útilmente, como un sistema político en el cual varios grupos (partidos) se disputan el poder compitiendo por los votos” (Barets 1961:83). Democracias idolátricas del voto lo son todas. Lo aprecia uno mejor cuando ha tenido la experiencia de formar parte de una comisión redactora de un proyecto constitucional o estatutario, y ha podido advertir en su seno que la magna quaestio no está en otro sitio que en la regulación del sistema electoral del cuerpo social de que se trate. Discutiendo otros tópicos, todas las ideologías ceden sus principios, pactan sus intereses, consensúan su dogmas... Pero en llegando al capítulo electoral no se cede un paso a ningún precio. Para todo demócrata es bueno lo que permite recaudar votos. Es malo lo que espanta los votos. Y lo que no tiene relación con los votos, o es indiferente, o simplemente no es.




1 comentario:

  1. ¡Así es! El político sólo tiene como objetivo la recaudación de votos ... ¿ Cómo los obtiene ?
    En la mayor parte ,renunciando a sus valores ,a sus convicciones... y de ahí ¡al desprestigio actual !

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