“Era al crepúsculo. A la hora de las luces opacas, cuando las figuras adquieren contornos difusos, de lo que no son, y el álamo es un monstruo sombrío, y el sauce una vieja curcuncha, y en el agua de los charcos se ocultan objetos de plata. Era el crepúsculo”
Misa de Réquiem
Guillermo Blanco
REQUIEM
Penas y flores sobre una tumba
Quién escucha el llanto y mira las coronas
El hombre muerto, muerto está
Sin la vida descansa, que descanse en paz
Lágrimas y ramilletes
Lutos y campañillas para qué
Si el que murió, vivió tan solo para sí
Dos veces muerto quedo y qué más da
Si el que vivió murió por una causa
Su vida no terminó
Su sangre no puede ser para el recuerdo y flores
Es mandato para exprimir, las ansias
De su amor y de su esperanza
Penas y flores sobre una tumba
¿Para qué?
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