“… todo lo que el hombre puede ganar al juego de la
peste y de la vida
es el conocimiento y el recuerdo”
Albert Camus
En el libro La Peste se describen dos tipos de seres
humanos: los que luchan por la decencia y los que se entregan a la no decencia,
mejor dicho a la indecencia; diría que este último camino es el más fácil y
también el más engañoso. No por nada Camus lo vivió en carne propia cuando
escribió El Hombre Rebelde, oponiéndose tenazmente al totalitarismo de
cualquier lado y de cualquier forma, ganándose injustamente el repudio y la
crítica de Sartre y otros intelectuales de izquierda. Camus
dijo al respecto “me decían que debían morir pocos para salvar a muchos."
Pero lo concreto es que no era así, porque Camus sí lo vio,
sí sabía de qué se trataba y lo describió notablemente, como antes lo hizo con
el nazismo alemán, y soportó incólume los ataques injustos. Fue un hombre e
intelectual rebelde, y no un revolucionario; a mi parecer lo primero es lejos
más humano y honesto.
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