“Las ideas envejecen más deprisa que los hombres.”
Gustave Le Bon
Los sistemas de pensamientos son herramientas fabulosas y absolutamente necesarias para nuestro desenvolvimiento en la vida. El problema emerge cuando nos aferramos excesivamente a ellos, hasta el punto en el cual nos cerramos completamente a otras formas de ver y considerar los diversos aspectos que nos presenta la realidad, lo cual da lugar a estos agentes, que no son más que meras representaciones simbólicas de una deficiente apertura mental que bloquea toda receptividad y produce conflicto.
Desde luego que tener apertura mental, no significa creerse o aceptar todo lo que otros piensen o digan, pero si requiere atender o escuchar con apertura y libre de prejuicios otras propuestas. Es posible no estar de acuerdo con el punto de vista ajeno y al mismo tiempo no sentir hostilidad o alguna forma de negatividad hacia aquel o aquella que piensa diferente a mí.
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