martes, 29 de enero de 2019

ROSEBUD

"Me cuesta mucho pensar en un lugar como mi hogar, 
pero de tener alguno supongo que sería Woodstock”

Orson Welles


CIUDADANO KANE

Se llama Ciudadano Kane. Para mí el cine arte es el que no se ha comprometido con finanzas ni busca el éxito, generalmente no está financiado por las grandes productoras que lo castigan con observaciones mal llamadas poco populares, las que buscan ser un negocio lucrativo tal como lo hace la mediocridad, sino más bien se compromete con una propuesta, una potencial verdad, tal vez equivocada, pero aun así trata de remover las conciencias para hacerte a ti mismo buscar tu verdad… tu propia verdad, abrir el debate y mostrar sin más ni más una temática que involucre la humanidad y sus conflictos como tema principal.

En este sentido este film nos hace pensar en nosotros, en los seres que están en nuestro entorno y en nuestra propia vida. Y si buscamos más y más, podemos escudriñarlos casi infinitamente.

Un explosivo cualquiera, e incluso la misma bomba atómica por sí sola no hace daño, pero agrégale un detonador y verás lo que puede hacer, Hiroshima es la muestra. 
La vida es igual y en ello se basa el cine pensante o independiente… el cine arte.
Es en este contexto que Orson Welles nos presenta la bomba atómica con su Ciudadano Kane, nosotros agregamos el detonador y así tal vez cada uno poder identificar su propio rosebud.



ROSEBUD

Ciudadano Kane fue el primer film que el director estadounidense Orson Welles llevó a la pantalla grande. 

La película comienza con el final de una vida. Los labios de un moribundo musitan: Rosebud y después, un noticiario informa que el magnate de la prensa, las finanzas y la política Charles Foster Kane ha muerto en su palacio de Florida, llamado Xanadú. Pero el redactor del noticiario queda inconforme porque en realidad necesitaba más información sobre Kane porque la verdad, no sabe nada de él.


Consigue saber que el origen de la fortuna de Kane es una mina que heredó siendo niño aun, y lo convirtió en millonario; aquel invierno, el pequeño Kane, fue separado de su madre y de su hogar para ser educado como correspondía a su nueva situación, a su nuevo status y a la nueva realidad que potentemente se abría ante él. 



Pero quién era realmente Kane?

Lo único que se sabe de él es lo que ha hecho. Quizá en su lecho de muerte, con su última palabra, haya querido explicar toda su vida. Si pudiéramos saber qué quiere decir rosebud sabríamos quién fue Kane… se repetía el editor.

Al final de la película, en un gigantesco horno, se queman muchas cosas que Kane ha acumulado y atesorado durante su vida y que a nadie interesan: entre esas cosas un trineo es arrojado al fuego (la cámara se acerca y enfoca el trineo) en este casi ilegible por el desgaste de los años leemos Rosebud, hasta que las letras desaparecen burbujeando entre las llamas. 
Rosebud es la palabra escrita en aquel trineo con el que el niño Kane jugaba en la nieve aquel invierno cuando el destino lo convirtió en millonario. De alguna forma, rosebud es la infancia perdida, es el tesoro añorado por Kane, el cual nunca pudo olvidar.
Tal vez una catarsis metafórica que el mismo Orson Welles necesitaba compartir.

Tal vez solo esa imagen era una explicación convincente para Kane, Welles o el editor, pero como todo en la vida se vincula con todo, no es posible entender a cabalidad sin examinar la vida de Orson Welles (el creador del film) como tampoco es posible entender nuestras vidas sin saber más de la historia personal de cada uno de nosotros.
Las decisiones, los actos y los proyectos personales muchas veces son un producto individual, el que esta sazonado de otras múltiples historias, de otros múltiples rosebud. 


Se sabe que antes de escribir Ciudadano Kane,  Orson Welles preparó la adaptación al cine de la novela "Heart of darkness" (El corazón de las tinieblas) de Josef Conrad. El argumento corto es este: 

En Londres se le encarga una misión a una persona llamada Marlow. 
Kurtz, el mejor traficante de marfil del Congo, hace meses que no da señales de vida.
Marlow debe encontrarlo y emprende su búsqueda.
A lo largo del río, por los relatos de las distintas personas que lo conocieron, va reconstruyendo en diversos "flash-backs" la vida de Kurtz, igual que Welles a lo largo del río de la vida de Kane reconstruye su biografía.

Marlow encuentra a Kurtz sumergido en un salvajismo prehistórico, convertido en un dios jefe de una tribu bárbara que practica atroces rituales. Kurtz muere en los brazos de Marlow. Sus últimas palabras son enigmáticas: "¡El horror, el horror!". Marlow, de vuelta en Londres, habla con la novia de Kurtz. Ésta le dice que si supiera qué dijo Kurtz al morir podría saber cómo era el hombre que amó, pero Marlow le miente y en vez de responder: "El horror, el horror", le dice suave y cariñosamente "dijo su nombre, señorita". 


Análisis

Las dos historias tienen la misma estructura dramática. Comparten también la misma hipótesis, según la cual una palabra develará el sentido de una vida. En el Ciudadano Kane, Welles invierte el orden poniendo la escena de la muerte y la palabra al principio. Comparando las dos estructuras se obtiene la respuesta al significado de rosebud.

La última palabra de Kane es una metáfora de la infancia perdida, la de Kurtz es "el horror". Quizá para Welles el horror es la infancia perdida.

No importa el nombre, pero al final todos tenemos nuestro propio ROSEBUD, Y si al final de tu vida, solo bastara una palabra para definir tu vida, te darás cuenta que también tienes tu propio Rosebud.



3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Nunca pensé que podría definir mi vida con una sola palabra, que tengo mi propio
    Rosebud...!
    Este texto, con sencillez y sin mayores pretensiones que una personal reflexión, te conduce , delicadamente,a una mirada retrospectiva de la vida , de tu vida... lo que me parece enriquecedor, rescatándote del ruido cotidiano ...
    Conocido mi Rosebud, sabré qué debo enfatizar o corregir en mi vida ...

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  3. Nunca pensé que podría definir mi vida con una sola palabra, que tengo mi propio
    Rosebud...!
    Este texto, con sencillez y sin mayores pretensiones que una personal reflexión, te conduce , delicadamente,a una mirada retrospectiva de la vida , de tu vida... lo que me parece enriquecedor, rescatándote del ruido cotidiano ...
    Conocido mi Rosebud, sabré qué debo enfatizar o corregir en mi vida ...

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