lunes, 30 de julio de 2018

UNA AGÜITA CON LA NELLY



Me hablaste pero no reconocí los ojos, ni la voz  ni el rostro… no me recuerdas dijo? soy la Nelly, recuerdas que con mis padres visitábamos a tu familia?
Y aquí estoy observándola. Me gustaría adentrarme en su cabeza, así como lo haría cualquier sustancia psicoactiva, revelando lo que intentas ocultar en un día normal con comportamientos socialmente aceptables. ¿Eso es lo que realmente traes en tu mente? Parpadeo y decodifico la dilatación indicada para poder notar la tristeza detrás de una sonrisa, la oscuridad de unos iris color avellana, el silencio escondido en unas palabras vacías. 

Te veo dibujando sueños atrapada en cada espacio en blanco de tu pared, solo deseando que la mala vida se vaya por el agujero de en medio. Pero se te olvidó que tu piel blanca delata la nada en la que te encuentras? se te olvidó que los agujeros negros también guardan? se te olvidó que no puedes ocultar la oscuridad de la noche cuando hay tantas estrellas delatando tu existencia? Las sonrisas más bellas son las que están rotas. Te escucho, aunque no me hables, y no sabes cómo me desarmo al saber que todo marcha como siempre supe que sería, detesto tener la razón. Creo que debo irme, pero no sé cuándo…  debo dejar las maletas listas, no te preocupes, volveré antes de que nuestro café enfríe.

1 comentario:

  1. Hermoso relato impregnado de un sentimiento genuino : la compasión por el otro al ver el daño de una vida destruída ...

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