lunes, 30 de julio de 2018

UNA SIMPLE INTROSPECCIÓN ANTICAPITALISTA


Cuando la motivación se basa solo en alcanzar una meta, la desilusión y la alegría van a la par y…  cualquier cosa puede pasar. La felicidad por llegar a una meta es pasajera y se olvida, lo mismo pasa con el dinero, pero cuando el quehacer diario se convierte en una sintonía estable con el alma y la realidad, la diferencia es abismal.

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