Tomando en cuenta que electrón es la partícula con masa más
pequeña que podemos manejar, es imposible estudiarlo con un mecanismo que no
sea otro electrón. Es decir, para estudiar la energía o la posición de un
electrón, solo puedo usar otro electrón. Pero si hago chocar un electrón objeto
de estudio con otro que lanzo contra él, es matemáticamente imposible definir
dónde y con qué energía voy a tener al electrón estudiado. Esto es lo que se
conoce como principio de incertidumbre de Heisenberg, y acabó derivando en la
idea de que las partículas que componen el átomo no son estrictamente materia,
sino que responden unas veces como materia y otras como energía.
El hombre se reconoce como tal e intenta averiguar el porqué
de las cosas. A través de su conciencia y de su mente, estudia los componentes
constitutivos del cosmos, y desde las estructuras atómicas, explica las
interacciones moleculares y macromoleculares. Posteriormente establece otros
niveles de complejidad, y poco a poco plantea una teoría que da cuenta del
origen de la vida, y de la evolución de esta a lo largo de eones en el
universo. Luego, con hipótesis científicas suficientemente contrastadas y
mejores de las que antes disponía, da cuenta del origen del hombre, e incluso
del funcionamiento del pensamiento. Sus modelos de explicación avanzan, pero al
llegar aquí, roza el siguiente límite. Con un modelo de funcionamiento de la
mente, ¿puede explicarse el funcionamiento de esta?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario