martes, 16 de abril de 2019

BIEN Y MAL, SIEMPRES

“El mundo entero, toda la inmensidad del universo revela 
la sumisión pasiva de la materia inanimada, 
sólo la vida es el milagro de la libertad.”

 Vassili Grossman


La misma complejidad que hace posible desenredar, también puede llevar a enredarse más. En la corta historia de la especie humana, lo que llamamos inhumanidad ha crecido junto a la humanidad como la cizaña crece junto al trigo. La diferencia práctica es que a la cizaña hay que esperar para verla crecer, para diferenciarla del trigo; mientras que el mal es mucho más difícil evitarlo o protegerse de él cuando se le deja crecer.

En mayor o menor medida nadie escapa al mal, sea éste del tipo que fuere. Breves o duraderos, leves, moderados y gravísimos males parecen acechar de continuo al hombre entre “chinescas sombras”, aguardando el momento oportuno para abalanzarse sobre su desprevenida presa y sacarle, cuanto menos, del aparente estado de ilusoria felicidad en el que se encontraba, tal vez, un solo instante antes.

Dolor, sufrimientos más sutiles o intensos, enfermedad, crimen, guerra, terremotos, maremotos, plagas, pestilencia, tortura, muerte finalmente, nada vivo o aun inanimado parece poder huir de las afiladas garras del mal o de la destrucción si la entendemos como tal. Es, por tanto, común, si bien en distinto grado, la experiencia del mal en la vida del hombre, lo que a la par pone en cuestión la posibilidad de una “buena vida” que merezca la pena ser vivida y exige redoblar los esfuerzos intelectuales para replantear, sea desde la razón o desde la fe o de cualquiera de todas sus posibles mixturas intermedias, los caracteres que debería atesorar esa ‘buena vida’ para intentar salir así, de manera al menos un poco digna, de semejante atolladero.

Por tanto, constituye el mal y el bien, un asunto de plena vigencia tanto ahora en la era contemporánea como en la antigüedad, en el Medievo como en la era moderna.

1 comentario:

  1. Exactamente así es...
    El mal es nuestro más leal compañero de vida.
    Estamos sujetos a males naturales frente a los cuales poco o nada podemos hace...
    También llamamos mal al efecto natural del desgaste de nuestro cuerpo que conlleva a enfermedades y finalmente,a la muerte...
    Otros males son causados por nosotros mismos debido a nuestra
    inexperiencia,falta de voluntad, exceso de confianza, inseguridades,
    hedonismo, tozudez etc.
    Y... , como dice el autor, esto es así desde los primeros tiempos ...
    No obstante,creo necesario y saludable preguntarse ¿ De cuánto dolor que acompaña mi vida, soy yo mismo responsable ?
    Contestada con sinceridad esta pregunta,algunos de nuestros dolores podrían ser evitados, o al menos,mitigados ...

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