¡Qué sencilla es la muerte: qué sencilla,
pero qué
injustamente arrebatada!
No sabe andar despacio,
y acuchilla cuando menos se
espera su turbia cuchillada.
Miguel Hernández
La lluvia es buena dicen, todo se
moja, todo se limpia. Camino entre lluvia y pozas de agua, chapoteo. Alguien
grita, ha muerto un hombre… lo puedo ver ahí, tirado en la calle. Nadie se
detiene a ver quién es. Camino hacia él, la lluvia se hace más fuerte, veo a la
gente correr, correr por la lluvia para no mojarse y pasan por el lado de aquel
hombre sin importarle.
Es un adorno más de la ciudad.
Miro su rostro, me es familiar
¿dónde lo he visto? intento recordar en vano pero no logro traer a mi memoria
ningún recuerdo, solo un dolor, me quema por dentro pero sigo en pie. La gente
sigue pasando al lado, nadie se da cuenta del muerto en el suelo. ¿Tendrá
familia? me pregunto. Quiero irme lejos de aquel muerto, pero no puedo, es como
si el muerto me llamará, ¿me necesitara o yo a él?
¿Maldita sea, quien es este hombre? su cara me es cada vez más conocida, pero no logro recordarlo. Lo miro detenidamente y me acerco a su rostro, detente me digo, no se levantará y tampoco te dirá su nombre. Cómica escena (repito) es que soy tan desalmado? Como la gente que pasa sin mirar, sin sentir, sin interés. Mi Súper Yo habla dentro de mí y respondo: tu estado no es para nada diferente al de muchos de los que han pasado al lado tuyo, muchos de ellos están muertos, solo que no lo saben, creen que la vida jamás los abandonará y por eso se prostituyen al sistema, al molde. Viven del pasado, siempre recordando el ayer, ¿sabes por qué? porque están muertos, su hoy ya se acabó y no tienen un mañana, solo les queda el ayer.
Guardo silencio, esperando una respuesta, pero ¿en qué estoy pensando? este hombre ya está muerto, no me responderá, pero aun así ha demostrado ser mejor compañía que los vivos.
Eres sabio, le digo al cuerpo inanimado, lo mejor es dejar que todos pasen afanados tratando de conservar la vida que se les va, en cambio la muerte es para siempre, siempre tendrás la muerte contigo, es más fiel que la vida, más pausada y no requiere tanto esfuerzo. No mira logros ni compara a las personas, la muerte es justa, la vida no, la muerte juzga a todos por igual sin importar el estrato, la condición, no puedes comprar la muerte, no puedes provocarla… Si disparas puede que no mates a nadie y entonces la muerte no estaba contigo, si matas a alguien no fuiste tú ni la bala, sino la muerte.
Creo que he pasado mucho tiempo al lado de este hombre, la verdad fue interesante, hablar con él, aunque no me respondiera nada. Ya lo sabía, desde hace rato lo sabía, solo que tenía miedo de aceptarlo, lo supe desde que no dejaba de pensar en su rostro y en el pasado… supe que era yo quien estaba muerto, pero fue una conversación muy buena debo decirlo, nunca pensé que yo fuera tan buen espectador. Ahora si me disculpas tengo un funeral que atender, porque si de curiosidades hablamos, yo nunca había visto a la muerte hablar con un hijo suyo cómo si estuviera vivo y aun menos había visto a un muerto enterrarse a si mismo pero si no lo hago… ¿quién lo hará? todos están tan afanados con la vida que a nadie le importa la muerte.
¿Maldita sea, quien es este hombre? su cara me es cada vez más conocida, pero no logro recordarlo. Lo miro detenidamente y me acerco a su rostro, detente me digo, no se levantará y tampoco te dirá su nombre. Cómica escena (repito) es que soy tan desalmado? Como la gente que pasa sin mirar, sin sentir, sin interés. Mi Súper Yo habla dentro de mí y respondo: tu estado no es para nada diferente al de muchos de los que han pasado al lado tuyo, muchos de ellos están muertos, solo que no lo saben, creen que la vida jamás los abandonará y por eso se prostituyen al sistema, al molde. Viven del pasado, siempre recordando el ayer, ¿sabes por qué? porque están muertos, su hoy ya se acabó y no tienen un mañana, solo les queda el ayer.
Guardo silencio, esperando una respuesta, pero ¿en qué estoy pensando? este hombre ya está muerto, no me responderá, pero aun así ha demostrado ser mejor compañía que los vivos.
Eres sabio, le digo al cuerpo inanimado, lo mejor es dejar que todos pasen afanados tratando de conservar la vida que se les va, en cambio la muerte es para siempre, siempre tendrás la muerte contigo, es más fiel que la vida, más pausada y no requiere tanto esfuerzo. No mira logros ni compara a las personas, la muerte es justa, la vida no, la muerte juzga a todos por igual sin importar el estrato, la condición, no puedes comprar la muerte, no puedes provocarla… Si disparas puede que no mates a nadie y entonces la muerte no estaba contigo, si matas a alguien no fuiste tú ni la bala, sino la muerte.
Creo que he pasado mucho tiempo al lado de este hombre, la verdad fue interesante, hablar con él, aunque no me respondiera nada. Ya lo sabía, desde hace rato lo sabía, solo que tenía miedo de aceptarlo, lo supe desde que no dejaba de pensar en su rostro y en el pasado… supe que era yo quien estaba muerto, pero fue una conversación muy buena debo decirlo, nunca pensé que yo fuera tan buen espectador. Ahora si me disculpas tengo un funeral que atender, porque si de curiosidades hablamos, yo nunca había visto a la muerte hablar con un hijo suyo cómo si estuviera vivo y aun menos había visto a un muerto enterrarse a si mismo pero si no lo hago… ¿quién lo hará? todos están tan afanados con la vida que a nadie le importa la muerte.
Novedoso relato que muestra la azarosa vida diaria que llevamos.Vivimos apresurados en busca de la felicidad. No tenemos tiempo para nada más.El logro de los objetivos que nos hemos auto impuesto ,es la ruta que cada día se reinicia con denodado tesón. La consecusión de nuestros fines nos impide hacer un alto en el camino,conocer al de al lado, ¡conocernos a nosotros mismos y cuestionar si esto es vivir realmente...! Enajenación pareciera ser la palabra que mejor describe nuestra vida diaria.
ResponderEliminarHemos olvidado las pequeñas cosas gratis que nos proporcionan felicidad: reír,conversar, amar, observar la naturaleza,disfrutar nuestro quehacer,pasear al perro, observar la luna,
escuchar el rítmico sonido del mar... ¡ tantas cosas sencillas!
¡Vivimos tan apresurados que ya no vivimos...! Nada nos detiene ni conmueve!
Y así se muestra a la muerte desde una perspectiva positiva, justa, sin ningún tipo de discriminación, tratando a todos por igual.
En resumen, un llamado de atención para que vivamos de verdad,con plena
consciencia de lo que es vivir realmente...