“El más grande engaño del diablo es hacer creer a la gente
que no existe”
Y ahí vi jardines… muchos jardines, árboles, gentes
caminando, pisos de baldosas rojas, tierra. Futuros economistas, directores de
empresas, médicos, abogados, ingenieros, la crema de la crema chilena. Ahí entendí
que por ese infierno pasaron los que se coluden, los que gobiernan en el
salvajismo hipócrita deshumanizado, los insensibles, los miserables, los manipuladores,
los amantes del poder, los ególatras.
Y pensé en silencio.
Y soporté hasta
enfermarme.
Después de peregrinar por los “túneles calurosos
y subterráneos” decidí que si ponía solo un poco de benevolencia a mi ser, solo
un poco; podría esconderme y dejar que la “ballena me tragara” para ser vomitado en otros lugares, en el remanso que me
regala mi madre, los pocos o los muy pocos que sinceramente me aman.
El amor de ellos me liberó.
Conmovedor relato
ResponderEliminarque nos introduce
en el mundo interior del autor.
Detrás de los respetables muros y rodeados de hermosos jardines, se vive la más dolorosa y oculta verdad: el
abuso al cual son sometidos algunos de los jóvenes que en el futuro dirigirán los destinos del país, sin ningún atisbo de solidaridad,
teniendo como norte sólo el lucro,con total falta de empatía
ante las necesidades de los gobernados .
Pareciera que estos abusos los exculparan.
El autor,de alguna manera, también fue abusado y absorbido por este mundo de apariencia sana y noble,pero que en realidad esconde una dolorosa realidad.Pasado un tiempo, y sin poder aceptar su vida en esas condiciones, ya enfermo,logra sustraerse de aquella vida, encontrando paz y sanación en sus seres queridos que lo aman incondicionalmente ...
Este artículo nos pone en contacto con una vida de sufrimiento, de callado dolor y de abusos inconfesados que marcarán para siempre la vida del autor .